En las Islas Canarias españolas, un grupo de activistas ha iniciado una huelga de hambre para protestar contra el desarrollo incontrolado del turismo, que en su opinión amenaza la sostenibilidad de la región. Los manifestantes exigen que se detenga la construcción de nuevos hoteles y complejos turísticos de playa en el sur de Tenerife y abogan por una moratoria de todos los nuevos proyectos de desarrollo turístico.
La huelga de hambre comenzó cerca de una iglesia de La Laguna después de que las autoridades locales ignoraran un plazo fijado para debatir la cuestión. Esta acción forma parte de un movimiento de protesta más amplio llamado «Canarias está agotada», que pretende llamar la atención sobre la sobresaturación de turistas, que según los activistas hace la vida insoportable a los residentes locales, deteriora la situación medioambiental e incrementa los costes de la vivienda.
El movimiento de protesta está organizando una serie de actos por todo el archipiélago, insistiendo en la necesidad de replantearse el modelo económico de la región. Hacen hincapié en que el turismo, si bien es una parte importante de la economía, no debe desarrollarse a expensas de las riquezas naturales y de la calidad de vida de la población local.
Sentimientos similares se están extendiendo a otras regiones turísticas de España, como Barcelona e Ibiza, donde los lugareños también protestan contra el crecimiento descontrolado del número de turistas y los problemas asociados, como la crisis inmobiliaria y el aumento de los alquileres.
Las autoridades regionales, al tiempo que destacan la importancia del turismo para la economía del archipiélago, reconocen la necesidad de revisar el actual modelo de desarrollo. Así lo confirma una próxima manifestación, que puede servir de ocasión para debatir seriamente el futuro de la industria turística en las Islas Canarias.